Maqueta de madera Caballo Wood Models
Nivel de dificultad 3
Tamaño 280 x 220 x 60
El caballo (Equus ferus caballus) es un mamífero perisodáctilo de la familia de los équidos, herbívoro, cuadrúpedo y de cuello largo y arqueado. A la hembra del caballo se le llama yegua y a las crías potros si son machos, y potrancas si son hembras. La cría y utilización del caballo por parte del hombre se conoce como ganadería equina o caballar, y su domesticación se remonta al menos a la Edad del Bronce.
La altura de los caballos, como en los demás cuadrúpedos, se mide hasta la cruz, donde encuentran las escápulas, es decir el punto donde se une el cuello con la espalda en el caballo. Se elige como referencia este punto por ser una altura estable que no puede subir o bajar como la cabeza o el cuello. El tamaño de los caballos varía considerablemente entre las distintas razas, y también está influida por la nutrición. Según su porte las razas de caballo suelen dividirse en tres grupos: pesados o de tiro, ligeros o de silla, ponis y razas miniatura.
Un caballo tiene 205 huesos. Una diferencia importante entre el esqueleto del caballo y el humano es que carece de clavículas, los miembros anteriores se unen a la columna mediante poderosos músculos, tendones y ligamentos que sujetan las escapulas. Las patas y los cascos de los caballos también son estructuras únicas. La disposición y proporciones de los huesos de sus patas son muy diferentes a los humanos. Además un caballo no tiene músculos en sus patas por debajo de las rodillas y corvejones, sólo tiene piel, tendones, ligamentos, cartílago y huesos, y un tejido córneo especializado para absorber impactos que forma los cascos. Todas estas diferencias son adaptaciones de sus extremidades a la carrera, como la reducción del número de dedos de las extremidades a uno solo rodeado de un material córneo llamado casco.
Los cascos son fundamentales para la estructura de las patas de los caballos. Los cascos de los caballos son el equivalente a las puntas de los dedos en los humanos, en el interior están recubiertas de cartílago y otras tejidos blandos especializados ricos en sangre como el tejido laminar. El exterior de los cascos está formado por un tejido córneo similar al de las uñas de los humanos. El resultado final es que un caballo que pesa una media de 500, es capaz de desplazarse sobre los mismos huesos que cuando un humano va de puntillas. La razón por la que a los caballos se les ponen herraduras es debido a que en cautividad desgastan más rápidamente los cascos por la dureza del pavimento y por el sobre peso que llevan que en libertad desplazándose por la tierra. Los cascos crecen continuamente y en estado natural se desgastan solos pero necesitan ser recortados cada cinco o seis semanas en los caballos herrados.
Los caballos han adaptado sus dientes para pastar hierba. Los caballos tienen un mínimo de 36 dientes (12 incisivos y 24 molares). Los machos adultos tienen cuatro dientes adicionales justo tras los incisivos denominados «colmillos» y que no les saldrán hasta que tengan 4 o 5 años de edad. Los dientes de los caballos continúan creciendo durante la mayoría de su vida para que puedan pastar correctamente. Los incisivos presentan distintos patrones de crecimiento y desgaste según las edades de los caballos, además del ángulo que presentan las superficies de mordedura, por lo que pueden ser utilizados para medir de forma aproximada la edad del caballo, aunque la dieta y los cuidados a los que son sometidos varían notablemente
Los caballos son herbívoros con un aparato digestivo adaptado a consumir una dieta de hierba y otros materiales vegetales durante la mayor parte del día. Un caballo de 450 kg come entre 7 a 11 kg de comida diariamente, y en condiciones normales bebe de 38 a 45 litros de agua. Los caballos no son rumiantes, por lo que sólo tienen una cavidad en su estómago, a diferencia de las vacas o las ovejas que tienen cuatro cavidades. Pueden digerir la celulosa de la hierba gracias a que poseen un ciego muy desarrollado, por el que la comida pasa antes de llegar al intestino grueso. A diferencia de los humanos los caballos no pueden vomitar, por eso los problemas digestivos pueden provocarles cólicos que les pueden ocasionar la muerte.
El caballo alcanza la madurez sexual a los 4 años. La gestación dura unos 11 meses, y la hembra da a luz una única cría. Tienen una vida media de 25/40 años en cautividad y en libertad viven en torno a los 25 años. La inclinación de los dientes incisivos se incrementa con el tiempo y sirve para determinar la edad del caballo.